Los combustibles biológicos podrían perder su tono verde si se producen a expensas de los bosques tropicales.
Los científicos advierten de que la demanda de bio-combustibles líquidos podría originar una enorme tala de árboles, que liberaría más carbono a la atmósfera que el ahorrado por el cambio a combustibles más verdes.
Holly Gibbs, investigadora en la Universidad de Stanford que presentó el 14 de febrero su informe sobre el uso del territorio y la producción de bio-diesel, durante la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, afirma que “la letra pequeña es que los combustibles biológicos basados en productos agrícolas van a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero si continúan siendo producidos de la manera en que se está haciendo hoy”
La demanda creciente de combustibles basados en productos agrícolas, por ejemplo maíz, aceite de la soja, de mandioca y de palma tiene efectos devastadores. La mayoría de los países industrializados que pretenden substituir los combustibles fósiles por combustibles biológicos, no tienen regiones agrícolas para producirlos. Y además, muchas de las plantas más prometedoras, tales la caña de azúcar y la palma, se adaptan mejor a las zonas tropicales, por lo que es preciso quemar el bosque tropical para despejar el terreno en que deben plantarse.
Gibbs considera que los biocombustibles se ajustan a las ecuaciones energéticas del futuro, pero que "ningún biocombustible va a poder satisfacer todas nuestras necesidades energéticas, por lo que necesitamos una cartera variada". Se necesitan políticas e incentivos para que se usen tierras previamente degradadas, una empresa que es actualmente de alto coste y de bajo beneficio.
Biofuels could lose their green sheen if they are grown at the expense of tropical forests.
Demand for the liquid fuels could lead to severe deforestation, researchers warn, which would release far more carbon into the atmosphere than that saved by switching to the greener fuels.
“The bottom line is that crop-based biofuels are going to increase greenhouse gas emissions if they continue to be produced the way they are today” says Holly Gibbs, a research fellow at Stanford University, who presented a new assessment of land use and biofuel production February 14 at the annual meeting of the American Association for the Advancement of Science.
Increased demand for biofuel crops such as corn, soybean, cassava and palm oil has ripple effects, Gibbs says. Most industrialized countries aiming to replace fossil fuels with biofuels don’t have the agricultural land to grow these fuels. And many of the most promising plants, such as sugarcane and palm oil, are better suited to the tropics anyway. The primary source of new cropland to grow these plants is cleared and burned tropical forest.
Gibbs is certain that biofuels fit into the energy equations of the future. But “no single biofuel is going to be able to fulfill our energy needs. We need a diversified portfolio,” she says. Policy and market incentives are needed to use already degraded land for crops, an endeavor that is currently high cost, low profit.
Tomado de/Taken from Science News
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