lunes, 9 de marzo de 2009
La sequía Amazónica/The Amazonia drought
Según las últimas investigaciones realizadas en la selva tropical más extensa, el Amazonas ha resultado ser sorprendentemente sensible a la sequía. El estudio publicado en Science, y que ha durado 30 años, proporciona la primera evidencia sólida de que la sequía, al matar los árboles, produce una pérdida masiva de carbono en los bosques tropicales.
De acuerdo al Profesor Oliver Phillips, de la Universidad de Leeds, y autor principal de este trabajo, "durante muchos años, la selva amazónica ha ayudado a retrasar el cambio climático. Pero confiar en este subsidio de la naturaleza, puede ser muy peligroso".
El estudio, una colaboración de más de 40 instituciones, se basó en la inusual sequía amazónica de 2005. Esto dio a los científicos un atisbo del futuro clima de la región, en la que el calentamiento tropical del Atlántico Norte podría originar estaciones secas más calientes e intensas.
La sequía del 2005 invirtió de manera abrupta varias décadas de absorción de carbono, durante las cuales la Amazonía ayudó a retardar el cambio climático. En años normales, la selva absorbe casi 2.000 millones de toneladas de dióxido de carbono. La sequía produjo una pérdida de más de 3.000 millones de toneladas. El impacto total de la sequía, 5.000 millones de toneladas de dióxido de carbono más en la atmósfera, es mayor que las emisiones combinadas de Europa y Japón.
The Amazon is surprisingly sensitive to drought, according to new research conducted throughout the world's largest tropical forest. The 30-year study, published in Science, provides the first solid evidence that drought causes massive carbon loss in tropical forests, mainly through killing trees.
"For years the Amazon forest has been helping to slow down climate change. But relying on this subsidy from nature is extremely dangerous", said Professor Oliver Phillips, from the University of Leeds and the lead author of the research.
The study, a global collaboration between more than 40 institutions, was based on the unusual 2005 drought in the Amazon. This gave scientists a glimpse into the region's future climate, in which a warming tropical North Atlantic may cause hotter and more intense dry seasons.
The 2005 drought sharply reversed decades of carbon absorption, in which Amazonia helped slow climate change. In normal years the forest absorbs nearly 2 billion tonnes of carbon dioxide. The drought caused a loss of more than 3 billion tonnes. The total impact of the drought - 5 billion extra tonnes of carbon dioxide in the atmosphere - exceeds the annual emissions of Europe and Japan combined.
Tomado de/Taken from Science Daily
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